El juez de Garantías Fernando Ayestarán dictó la prisión preventiva contra un sujeto de 26 años aprehendido en flagrante delito cuando deambulaba por techos de propiedades de Merced y San Martín en la madrugada del 6 de abril.
El convicto, a la una de la madrugada, junto a un cómplice recorrían las cubiertas de distintas viviendas hasta que fueron advertidos por la moradora de un departamento en un edificio cercano.
La mujer llamó al servicio de emergencias 911 para alertar a las autoridades y como los ladrones tenían un Handy con la frecuencia policial: supieron que concurrían los patrulleros.
Los móviles del Comando de Patrulla acudieron al lugar y un efectivo policial, de franco de servicio, había iniciado un seguimiento de al menos uno de los sospechosos.
Lo siguió por San Martín hasta Peatonal San Nicolás, donde se desvió hacia Mitre y de ahí a Alem; donde volvió a girar hasta Estrada.
En esa huida se iba descartando de elementos que lo podían comprometer como: una mochila con herramientas que dejó en el umbral del Banco Comafi y un handy con la frecuencia policial que descartó en Alem y Saavedra.
Finalmente, fue aprehendido en Alberti entre Saavedra y Dorrego para iniciar un proceso en la Fiscalía N° 3.
El fiscal Nelson Mastorchio logró demostrar que los dos sospechosos deambulaban por los techos de viviendas céntricas para ingresar a robar en una propiedad.
En ese caso, fueron muy importantes las imágenes registradas por las cámaras de seguridad que ayudaron a sostener el relato de los hechos con estos sujetos descendiendo de los techos para escapar antes del arribo de la Policía.
Mastorchio sostuvo en el requerimiento que el handy y las herramientas de corte con la frecuencia policial eran elementos indudables de un intento de robo que no llegaron a cometer por la intervención de la vecina que advirtió a la Policía sobre la presencia de estos sospechosos.
El juez Ayestarán al dictar la prisión preventiva adhirió a los argumentos de la Fiscalía sobre los peligros procesales que el convicto pudiera eludir la acción de la justicia y entorpecer la investigación.
Es que el convicto tiene dos condenas por delitos contra la propiedad. El Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 lo condenó a tres años y medio de prisión, de efectivo cumplimiento, por el delito de robo agravado. En un episodio similar el Juzgado de Garantías N° 1 lo condenó a seis meses de prisión por el delito de robo agravado por efracción en grado de tentativa. En tanto, el juez Ayestarán lleva otro expediente penal en el que está involucrado en un episodio más grave de robo calificado por el uso de arma cuya condena a tres años de prisión de cumplimiento en suspenso adquirió firmeza en 2013.
Con esta medida judicial el imputado aguarda detenido el desarrollo del juicio oral y público ya que cuando sea condenado deberá cumplir en prisión el monto de pena.
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