No es ninguna novedad que la mayoría de las personas no están conformes con su propio cuerpo, querer mejorar nunca está mal, el problema es cuando se convierte en una obsesión y deja de ser saludable. En un principio esta problemática predominaba en mujeres jóvenes que por presiones sociales se sentían y sienten obligadas a tener un cuerpo delgado y atractivo, pero en la actualidad los hombres también se preocupan y ocupan por su propia imagen.
La imagen corporal se puede definir como una representación interna, mental, o autoesquema de apariencia física de una persona. Es decir, qué imagen tenemos de nosotros mismos, de nuestro cuerpo, que muchas veces no coincide con la imagen que ven los demás, ahí es cuando tenemos un trastorno en la percepción de nuestra imagen corporal. Una imagen corporal negativa puede ser el puntapié inicial de padecer baja aoutoestima y depresión.
Los medios de comunicación tienen mucha influencia en la imagen corporal de las personas, mujeres muy delgadas y hombres musculosos abarcan el ideal de perfección, a menudo imposibles de alcanzar para la persona común sin recurrir a medidas extremas y poco saludables.
La manera en que te ves a ti mismo puede significar la diferencia entre un estilo de vida saludable y feliz, y uno negativo y autodestructivo. La belleza está en el ojo de quien la mira, y siempre es más importante la belleza interior que el envase. Todos somos diferentes y tenemos cuerpos distintos, sino la vida sería muy aburrida.
A quererse y cuidarse.
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