El pasado martes 3 de junio, cerca de las 13:30, personal del destacamento policial fue comisionado de urgencia a un camino rural que conecta las localidades de El Socorro y Arroyo del Medio, a raíz de un llamado que alertaba sobre una situación crítica: un menor de edad se encontraba en ese lugar con intenciones de quitarse la vida.
Al llegar, los efectivos localizaron rápidamente a un adolescente de 16 años, domiciliado en El Socorro. El menor había atado un cable a la baranda del arroyo y, visiblemente angustiado, manifestó estar atravesando un momento de profunda tristeza.
Frente a la delicada escena, los policías actuaron con firmeza, sensibilidad y contención. Mediante un diálogo empático y el uso de la persuasión verbal, lograron calmar al jovencito y convencerlo de ingresar al móvil policial de forma voluntaria. De inmediato, fue trasladado a la base donde ya se encontraba su madre, y desde allí ambos fueron conducidos al hospital local para que el menor reciba asistencia psicológica especializada.
Según informaron fuentes oficiales, el adolescente no posee antecedentes y la intervención fue remitida a la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 7.
Este hecho pone en evidencia la importancia de estar atentos como comunidad, y también la labor silenciosa pero vital de las fuerzas de seguridad, que en muchas ocasiones cumplen un rol de contención humana ante situaciones límite. La intervención oportuna evitó una tragedia y abrió la puerta a que el joven pueda acceder a la ayuda profesional que necesita.
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