Jueves 10 de Octubre de 2024

La comunicación como arte: La vida y obra de un creador

¿Qué es de la vida de Daniel Fernández Harper?

Desde su niñez, Daniel tomó al trabajo como una recreación, como también una forma de vida para su futuro. Entre los diferentes caminos que se le han presentado, él optó por seguir rumbo en el de los medios audiovisuales.

 Primero, la radio fue su compañía y, mediante el paso de los años, la fotografía fue convirtiéndose en su amor definitivo.

A continuación, nos cuenta más acerca de su trayectoria y de cómo él transporta sus sentimientos y conexiones a la cámara.

¿Cómo comenzaste tu trayectoria en el mundo de la comunicación y el arte?

Empecé en Radio MON que era de mi abuelo. Desde los 10 años, trabajé en la programación y con atención telefónica. Luego, me convertí en operador de radio. A lo largo de mi adolescencia, también fui DJ en diferentes lugares. Mi casa era un centro de encuentro donde hacíamos eventos y fiestas. Después, me mudé a Buenos Aires, donde estudié Derecho, me casé y tuve tres hijos. Aunque mi formación fue en Derecho, siempre me interesaron las comunicaciones y las imágenes.

¿Cómo descubriste tu pasión por el video y la fotografía?

En los años 80, un tío me regaló una cámara y comencé a experimentar. Me fascinó el mundo del cine y la televisión, sobre todo cómo se podía contar una historia sin que la cámara estuviera presente. Empecé a grabar eventos como bodas y, con el tiempo, me convertí en documentalista. Trabajé en una productora que hacía doblajes y subtitulados, y esto me permitió aprender mucho sobre la producción audiovisual.

Mencionaste que tuviste una situación significativa en tu vida, ¿cómo te afectó eso?

A los 10 años, sufrí un problema de salud y eso cambió mi perspectiva de vida. Desde entonces, entendí que tenía que hacer un cambio y esto me llevó a una búsqueda interior y espiritual que incluyó el budismo.

Además, a lo largo de todo este tiempo, he tratado de colaborar con los demás a través de la belleza y las imágenes, buscando siempre un propósito más allá de mí mismo. Al hablar de belleza, digo más bien algo interior, aquello digno de ser amado. Al mostrar algo bello, ofrecemos experiencias que pueden conmover y generar esperanza en el público.

¿Cómo has evolucionado en tu carrera en el ámbito audiovisual?

Mi carrera ha sido un camino de constante aprendizaje. He trabajado en diversos roles, desde editor y director hasta asesor en diferentes proyectos. Con la llegada de YouTube, descubrí nuevas herramientas como los drones, lo que amplió mis posibilidades creativas. También estuve en el primer canal de cable de Argentina, donde me desempeñé como editor de programas.

¿Cuál es tu enfoque como artista y comunicador?

Me considero un artista comunicador que busca contar historias significativas. Para mí, la belleza se encuentra en lo humano, en un gesto, una sonrisa o en la naturaleza. Me interesa la esencia de lo que capturo y la forma en que puedo transmitirlo al espectador. La comunicación va más allá de lo técnico; es sobre conectar con las emociones y experiencias de las personas.

¿Cómo llegaste a ser reconocido en el ámbito cultural de Argentina?

He trabajado en varios proyectos importantes, desde el turismo hasta la cultura. He realizado videos para el Cultural Kirchner y la Usina del Arte. Actualmente, colaboro con la ministra de Cultura de la ciudad, creando contenidos significativos. A través de mi trabajo, he podido explorar y mostrar la diversidad cultural de Argentina.

¿Qué significa ser un artista en la actualidad?

Ser artista hoy implica una responsabilidad de contar historias que importan. En mi caso, descubrí mi vocación mientras grababa en Iguazú, donde sentí una conexión profunda con la belleza del lugar. La fotografía se convirtió en un medio para plasmar no solo imágenes, sino experiencias y emociones. En ese momento, entendí que mi propósito es comunicar a través de la belleza y el ser humano.

¿Cómo empezaste a plasmar tus ideas en imágenes?

Lo importante es tener claro el objetivo. Empezás con una intención y tratás de manifestarlo. A veces, las imágenes surgen espontáneamente y es un desafío entender el camino que tomar. Hay muchas habilidades en el arte y a veces es complicado definir la dirección.

Cuando estoy en acción, el tiempo se detiene. Estoy completamente presente y eso se traduce en imágenes auténticas.

¿Cómo conectás con el público a través de tus imágenes?

Escuchar y percibir la energía del público es crucial. En una obra de teatro que vi, sentí una conexión intensa con los espectadores. Esa comunicación de corazón a corazón es la esencia de mi trabajo.