En un contexto de creciente preocupación por la seguridad vial, dos intendentes decidieron actuar frente al abandono y la falta de mantenimiento de las rutas nacionales.
Miguel Lunghi, intendente de Tandil y Maximiliano Wesner, de Olavarría, optaron por cortar el pasto en las rotondas y banquinas tras múltiples reclamos a Vialidad Nacional que no obtuvieron respuesta.
La situación se volvió insostenible para los ciudadanos que transitan diariamente por estas arterias. El viernes, ambos intendentes anunciaron sus decisiones como una medida excepcional para mejorar la visibilidad y garantizar la seguridad en sus distritos. “La intervención es necesaria para proteger a nuestros vecinos”, afirmó Lunghi, quien destacó que asumirán las consecuencias legales que puedan derivarse de esta acción.
Por su parte, Wesner también enfatizó la urgencia de la situación: “El estado actual de las rutas representa un riesgo inaceptable para todos los olavarrienses y visitantes. No podemos esperar más por una respuesta del Gobierno Nacional”.
Los trabajos comenzaron en varios puntos críticos de la Ruta Nacional Nº 226 y se extenderán hasta completar todas las áreas afectadas.
Ambos municipios dejaron claro que estas acciones no significan renunciar a sus derechos como ciudadanos ni a su responsabilidad de exigir un mantenimiento adecuado por parte del Estado.
En este sentido, surge la pregunta: ¿tomará Javier Martínez una decisión similar? Los pergaminenses esperan que su liderazgo se ordene con el compromiso demostrado por sus pares en Tandil y Olavarría para priorizar la seguridad vial.
Los vecinos están atentos a cómo se desarrollará esta situación y si su intendente decidirá actuar ante lo que muchos consideran un abandono inaceptable por parte del Gobierno Nacional. Lo que debería ocurrir es que Martínez tome cartas en el asunto y garantice la seguridad en las rutas que atraviesan el municipio que conduce.
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