Los vecinos de los barrios Vicente López y Belgrano han expresado su creciente descontento debido a los ruidos y desmanes generados por los jóvenes que se reúnen para celebrar lo que se conoce como El Último Primer Día (UPD). Esta celebración, que se originó a principios de la década de 2010 en las provincias de San Juan y Mendoza, ha crecido en popularidad y se ha expandido a otras provincias y a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El UPD es un ritual que marca la transición de los estudiantes del último año de secundaria, quienes festejan la noche anterior al inicio del ciclo lectivo. Durante esta celebración, los jóvenes se agrupan en parques, plazas o casas, generando un ambiente festivo que a menudo incluye música y el consumo de alcohol. Sin embargo, esta alegría compartida ha sido motivo de preocupación para los residentes de la zona.
Los vecinos han manifestado que las festividades del UPD suelen transformarse en noches de descontrol, con altos niveles de ruido y comportamientos inapropiados. El consumo excesivo de alcohol ha llevado en ocasiones a situaciones de vandalismo y disturbios que afectan la tranquilidad de la comunidad. Ante este panorama, los residentes han hecho un llamado a las autoridades locales para que se tomen medidas que garanticen la seguridad y el respeto por el orden público durante estas celebraciones.
A medida que el fenómeno del UPD sigue expandiéndose, los vecinos lamentan que una tradición festiva se traduzca en molestias y desafíos para la convivencia en su barrio. La búsqueda de un equilibrio entre la celebración de los jóvenes y la tranquilidad de la comunidad es una necesidad urgente que debe ser abordada por todos los actores involucrados. Mientras tanto, los residentes continúan abogando por un diálogo que permita encontrar soluciones adecuadas y evitar que la celebración del UPD se convierta en un motivo de discordia en los barrios Vicente López y Belgrano.
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