Una historia repleta de trabajo y recuerdos familiares.
Juano es un pergaminense que siempre le dedicó mucho esfuerzo a sus sueños, lo que lo llevó a ser hoy el presidente de la comisión de concesionarias Renault Argentina.
En diálogo con SEMANARIO EL TIEMPO, él nos cuenta más acerca de su infancia, de su recorrido estudiantil, su familia y de su evolución a nivel profesional.
¿Qué destaca de su infancia y/o adolescencia en Pergamino?
Siempre viví en el centro, en aquel entonces era Av. Julio A. Roca y destaco una buena vida en familia. Nosotros éramos 4 varones, yo el más chico, y hoy me encuentro solo, ya que ellos no están.
En la época de la primaria iba a la escuela N°5, siempre estuve rodeado de amigos del barrio e íbamos a la plaza, al ferrocarril y nos la pasabamos arriba de la bicicleta.
Después, como tuve en claro que quería ser contador, hice la secundaria en el Comercial, lugar en el que me encontré con amigos que hasta hoy mantengo relación y atesoro grandes momentos.
También, con 15 años, comencé a participar en El Ateneo de La Merced, donde hacíamos cosas con la comunidad y, en conjunto con Asociación TEA y Cáritas, formaba parte de la Semana de la Juventud, que todos los 21 de septiembre se organizaba un desfile de carrozas en calle San Nicolás.
Paralelamente a eso, perdí a mi padre y mi madre puso un kiosco en la avenida, “Juanito” que llevaba mi nombre, el primer lugar en abrir 24 hs donde se juntaba mucha gente y donde trabaja detrás del mostrador, también recuerdo a mi hermano que era músico y ensayaba al lado. Gracias a este local, mi madre pudo agarrar la batuta de la familia y solventar mis estudios en Santa Fe.
¿Cuál fue la motivación para introducirse en el mundo automotriz y cómo fue su evolución profesional?
Entre el año 71 y el 75, estudié la carrera de contador en Santa Fe y allí tuve la suerte de conocer a una mujer de fierro que hoy es mi esposa. Apenas me recibí, me casé y luego volví a Pergamino a ejercer mi profesión junto a un socio y gran amigo, Carlos Zalazar, con el cual desplegamos una actividad profesional importante.
En el 83, cuando vuelve la democracia, me encontraba en colaboración con la Cooperativa Eléctrica, ahí era secretario y el presidente era Jorge Young. También, en ese año tuve la suerte de ser electo concejal en la ciudad por un tiempo de dos años.
Luego, tuve la posibilidad de continuar, pero tomé otro rumbo y seguí con nuestro estudio contable durante medio día y el resto me aboqué a la sucursal de Renault en Pergamino, en la cual me introduje por la propuesta que me hicieron desde San Nicolás, ya que acá les faltaba fuerza comercial y, por suerte, funcionó muy bien.
Debido a esto y a la evolución, pasamos a ser casa central del norte de la provincia de Buenos Aires y, hoy, mis hijos son el comando después de tantos años de Pergamino Automotores S.A
¿Cómo ve el avance de la tecnología en el ámbito automotriz?
Soy de la época en la que no había celulares ni computadoras y, después de la pandemia, cada vez aparecen más recursos tecnológicos que nos cambiaron mucho la vida. Ahora, a mis 70 años, sigo poniéndome al día lo que permite mantener contacto con mi familia, pero el crecimiento es enorme y avanza a una velocidad vertiginosa.
Y del lado de los autos, soy de la época del R12, el auto más importante del mercado. En aquel entonces, hubo muchos cambios y mutaciones de gusto, pero lo que hoy un comprador busca es una mayor seguridad y mimetizarse lo más posible con el auto. Es decir, hubo un gran avance y el que viene es superior con los autos eléctricos.
¿Considera que cumplió todas sus metas o le quedan cosas por concretar?
Siempre quedan cosas por concretar, ya sean profesional, personal o hobbies. De este último, tengo varios: andar a caballo, jugar al tenis, cantar, participar de fundaciones emblemáticas de la ciudad, como la Casa Arturo Illia, el cual considero un prócer en persona.
Con lo cual, realmente quedan cosas por hacer si la salud y la energía me acompañan. También destacar a mi hermosa familia, mi esposa que me apoyó mucho y sigue haciéndolo, como también a mis tres hijos y a todos mis nietos. Realmente estoy muy feliz de todo lo que hemos hecho y lo que haremos. Tenemos un futuro por delante.
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