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 Viernes 07 de Febrero de 2025

Pasión, bondad y un servicio que no descansa

Qué es de la vida de Humberto 'Beto' Julio Castro?

Si de esfuerzo y valor se trata el tópico de la entrevista, Beto (como todos los conocen) es el indicado para esta ocasión. Desde chico, observó siempre a su padre cómo se manejaba en la cocina sin saber que, al crecer, él tomaría su mismo rumbo. No podríamos llamarlo suerte del destino, o quizás sí, ya que una lesión durante su recién comenzada etapa estudiantil desencadenó que su camino cambiara rotundamente. No obstante, lo que él veía cotidianamente terminó gustándole tanto que, hasta el día de hoy, le sigue apasionando su labor, pero sin dejar de lado el disfrute en su vida.

Contento con su familia y sus amistades, Beto nos cuenta cómo son sus vínculos y el amor que lo rodea, como también sus encuentros con amigos y los viajes que se han convertido en un nuevo motor que le presentó su esposa.

¿Cómo es tu presente y qué destacas de él?

En cuanto a mi presente, tengo un emprendimiento gastronómico familiar, donde los fines de semana realizamos eventos gastronómicos y entre semana entregamos viandas para el personal de las empresas. Aún así, no estoy solo porque cuento con la ayuda de mis hijos Natalia, Federico y Sebastián, de mi primer casamiento con Gladys Caldero. 

En el año 2008, quedé viudo y el año pasado, en el mes de julio, contraje matrimonio con Teresita Russian que, aparte de tener su trabajo entre semana, los fines de semana nos da una mano. También tengo que mencionar a mi nuera Florencia, a mi futura nuera Aurelia, cuñados, sobrinos y un grupo de mozos que siempre están cuando se los llama.

¿Cuál fue tu motivación y cómo fueron tus comienzos en la gastronomía?

La motivación para dedicarme a la gastronomía fue mi padre, José Cecilio Castro, un gran trabajador y un ejemplo a seguir. Una persona seria, con cara de malo, pero de un corazón muy grande. Mi padre tuvo un negocio gastronómico durante 57 años en la calle Julio A. Roca 757 (hoy Av. de Mayo) justo donde empieza el bingo. Él empezó como empleado y a los 20 años se hizo cargo del negocio, que en ese entonces era el bar “9 de julio”, después bombonería y heladería, luego rotisería y pizzería, siempre con el mismo nombre. 

Desde los 10 años, empezamos con mi hermano, José Alberto, 3 años más grande que yo, a darle una mano a mi padre en el negocio. Además, tengo tres hermanas: Graciela, Analía y Karina, ellas tres son maestras jardineras y en esos tiempos la ayudaban a mi madre, Micaela Adelaida Catulo, una gran persona también, que siempre se hizo cargo de las tareas del hogar.

¿Cómo surgió la idea de realizar catering para eventos?

Con mi hermano tuvimos la oportunidad de ir a estudiar a la facultad. Él comenzó como contador en Buenos Aires y yo para ingeniero agrónomo en Rosario. En aquel entonces, yo jugaba al fútbol en la primera de Douglas y esa gran persona que fue Juan Domingo Sierra me llevó a jugar a Argentino. Luego, a mitad de año tuve una lesión muy importante en la rodilla, de la que no me pude recuperar y me tuvieron que operar al año, lo cual me llevó a dejar los estudios y con mi hermano nos hicimos cargo de la pizzería, siempre con la mirada de cerca de mi padre.

En el año 1994, nos vinieron a ver del Centro de Jubilados de Pergamino, los señores Campaño, Pedro Quaglia y el Sr. Argento, y nos preguntaron si podíamos realizarles un evento para 250 personas, con el motivo de festejar el Día del Jubilado que es el 20 de septiembre. De esta forma, empezamos y así fue que estuvimos exclusivos en ese salón de 25 de mayo 844, durante 22 años.

¿Qué es lo que más aprecias de tu profesión?

Que pregunta… La gastronomía me gusta mucho, me gusta corregir errores, ya que no es fácil satisfacer a todos en un evento y uno trata de mejorar día a día.

Por otra parte, la profesión me sacó horas de ver crecer a mis hijos, de ir a eventos familiares, de mandar a la familia y yo ir después o cuando podía. Pero cuando tenés un sábado libre, extrañas esa adrenalina que te produce cada evento.

¿Cuáles son tus hobbies y qué tiempo le dedicas?

Después del fútbol, mi hobbie fue el paddle, donde competíamos con un grupo de amigos con los cuales hoy me sigo viendo y desayunamos todas las mañanas, mientras que todos los jueves cenamos. También, cuando mi trabajo me lo permite, comparto asados y reuniones con mis amigos de la época del fútbol de Argentino, de las divisiones inferiores o de primera, en la que se han agregado gente de otros clubes, gente más grande que yo. 

En todos estos encuentros, me gusta escuchar anécdotas, vivencias de esa época y de toda esa gente espectacular .

 ¿Qué objetivos tenés a futuro?

Mis objetivos son seguir trabajando y, a su vez, aprender a delegar para poder viajar, algo que aprendí al lado de mi señora Teresita. Cuando se puede armamos la valija y emprendemos viaje. También acompañar, ayudar y apoyar a la familia en todo lo que pueda, ver el crecimiento de mi nieta Amparo y de mis nietos del corazón Aurelia y Agustín, como también disfrutarlos los domingos cuando vienen a la casa de los abuelo



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