Furnari detalló el progreso de la investigación, desde la aseguración de la escena del crimen hasta la revisión de las cámaras de seguridad, que jugaron un papel crucial en la identificación de los sospechosos. El fiscal confirmó la participación de dos menores, de 15 y 16 años, quienes fueron aprehendidos poco después del incidente.
La confrontación, según se relató, empezó cuando una pareja, de 16 y 19 años, enfrentó a dos jóvenes que se comportaban de manera inapropiada cerca de ellos. Este intercambio verbal llevó a una pelea física en la que se sacaron armas blancas, resultando en la apuñalamiento de la víctima,
El fiscal enfatizó la gravedad de la situación, subrayando que no había ninguna relación previa entre las partes involucradas. La autopsia reveló múltiples heridas de arma blanca, lo que respalda la clasificación del crimen como homicidio simple en vez de homicidio en riña.
Furnari también mencionó la urgencia de la investigación, destacando las acciones rápidas tomadas por las fuerzas del orden para asegurar evidencia, incluyendo la ropa manchada de sangre de los sospechosos. Expresó su profunda preocupación sobre la violencia en la sociedad, reflexionando sobre la inquietante facilidad con que los conflictos escalan en confrontaciones fatales.
El episodio concluyó con un recordatorio sobre la importancia de la reflexión comunitaria sobre la violencia, subrayando la necesidad de una respuesta colectiva de la sociedad frente a tales eventos trágicos.
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