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Política
 Martes 07 de Octubre de 2025

La historia negra del pergaminense que estrelló su carrera política

José Luis Espert, el economista de nuestra ciudad que hizo carrera política con el eslogan “cárcel o bala”, aparece hoy enredado en una trama que lo deja mal parado frente a su propio discurso. Documentos y testimonios lo vinculan con Federico “Fred” Machado, un empresario argentino involucrado en Estados Unidos en una causa de narcotráfico y fraude.

 

El caso original nace en Texas, donde Machado enfrenta un proceso judicial junto a su socia Debra Lynn Mercer-Erwin, condenada en 2024 a 16 años de prisión por narcotráfico, lavado y fraude. En la contabilidad secuestrada por los fiscales aparece un asiento fechado el 1° de febrero de 2020: una transferencia por 200.000 dólares a nombre de Espert. El dinero habría salido de Aircraft Guarantee Corp, un fideicomiso administrado por Mercer-Erwin, señalado como pantalla para registrar aeronaves y, según la acusación, encubrir un esquema de estafas y contrabando de cocaína disfrazado de operaciones de compraventa de aviones.

Hoy, Machado permanece en Viedma con prisión domiciliaria, a la espera de que la justicia defina su extradición a Estados Unidos. El problema para Espert es que nunca declaró ese aporte ni ante la Justicia Electoral ni en público. Y no se trata de un hecho aislado: la reconstrucción de la campaña presidencial de 2019 muestra a Machado como su principal financista.

Además del dinero, aportó logística: un jet privado que el candidato usó y una camioneta Jeep Grand Cherokee blindada registrada a nombre de un primo suyo llamado Claudio Cicarelli. Espert incluso llegó a agradecerle en un video por “el excelente vuelo” tras aterrizar en Viedma.

La 4x4 del empresario terminó siendo protagonista de un episodio oscuro y el disparador para vincular a Espert con Machado: en agosto de 2019 fue atacada camino al canal Crónica TV. Fueron dos piedrazos en la esquina de la Avenida Madero y la Avenida Córdoba, en el centro porteño. Al investigarse el incidente, se confirmó que el vehículo pertenecía al círculo íntimo del empresario. Luego se reveló que Machado era el hombre que estaba financiando la campaña de Espert.

Los aportes en especie -avión, auto y efectivo- nunca fueron declarados como exige la ley. Según exintegrantes del espacio político, la ayuda de Machado pudo haber trepado hasta los 700 mil dólares e incluso más. Al final de ese año sucedieron cosas que a cualquier observador de la realidad le resultarían suspicaces: si se buscan todas las declaraciones juradas de Espert presentadas hasta el momento se pueden encontrar la de 2018 -incorporada cuando fue candidato a presidente en 2019- y las acumuladas desde 2021, por su mandato como diputado. Allí se puede ver que el salto patrimonial de Espert se da en 2019. Se compró una casa en San Isidro de unos 470 metros cuadrados, adquirió un BMW 240i 0 km coupé y para cerrar el año recibió una herencia en nuestra ciudad. Además, Espert y su esposa constituyeron en diciembre de 2019 la sociedad Varianza S.A., sin actividad conocida. Una inconsistencia llamativa es que en su declaración jurada como diputado figura que la sociedad es de julio del 2020.

No fue el único que tuvo cambios económicos en su vida pos campaña presidencial: su compañero de fórmula Luis Rosales dejó atrás una Volkswagen Tiguan 2012 y se pasó a una Toyota Rav híbrida 2020. Linda chata.

Aportante

“Fred” Machado, 57 años, nació en Viedma y construyó su fortuna en Florida, donde fundó la firma South Aviation y un puñado de empresas aeronáuticas. Para la Justicia de Estados Unidos, su negocio era apenas la fachada de una estructura dedicada a estafar clientes dentro de un esquema Ponzi. A través del fideicomiso ofrecía registrar aviones con matrícula “N” norteamericana -con menos controles-, pero el destino final del dinero fue un emprendimiento minero en Guatemala.

De las 190 operaciones detectadas en los libros contables, apenas diez correspondían a ventas reales; el resto eran maniobras fraudulentas.

Pero al caso se le suma el capítulo narco, porque varios de esos aviones terminaron estrellados o incautados en países de Centro y Sudamérica con cargamentos de droga.

En 2021, requerido por la Justicia texana, Machado huyó primero a México y luego entró a la Argentina. Fue detenido el 16 de abril en el aeropuerto de Neuquén por orden de Interpol. Desde entonces, cumple arresto domiciliario en la casa de su madre en Viedma mientras su defensa -encabezada por Francisco Oneto, el abogado de Javier Milei y también de Espert- busca dilatar la extradición.

Machado niega cualquier vínculo con el narcotráfico. En una entrevista con el canal WFAA de Dallas admitió sí haber desviado fondos de inversores en un esquema Ponzi con aviones, pero lo enmarcó como un fraude financiero sin relación con drogas. “No soy un santo, cometí errores, pero no soy un narcotraficante”, juró y prometió devolver el dinero si recupera la libertad.

Respecto de esto explicó: “Los clientes pensaban que invertían en una cosa -por los aviones-, pero estaban invirtiendo en otra cosa”, por la mina en Guatemala.

Cuando Machado cayó detenido en 2021, la relación saltó a la superficie y Espert la relativizó, acusando a sus rivales de montar una “operación” política.

La tensión coincidió con la ruptura de su sociedad electoral con Javier Milei: pasaron de aliados a enemigos furiosos.

Milei le contó a Alejandro Fantino en su canal de streaming que en 2021 le ofrecieron 300 mil dólares para bajarse de la candidatura a diputado. Quien le puso nombre y apellido al “valijero” fue Daniel Parisini, alias “Gordo Dan”, en su cuenta de X: “El Javo me lo confirmó personalmente. Espert había intentado bajar su candidatura por guita. Y por eso se había ido. Por eso se abrió de Avanza Libertad. Por eso nació la Libertad Avanza”.

La pelea los distanció durante más de dos años, hasta que, en 2023, tras la victoria presidencial de Milei, Espert fue sumado al frente libertario. Un reencuentro político con cuentas pendientes que todavía resuenan.

Con Javier Milei en la Casa Rosada, José Luis Espert -“el Profe”, como lo llama- pasó a ser figura central del oficialismo libertario. Diputado y primer candidato de La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires para las legislativas de 2025, el economista quedó en el ojo de la tormenta cuando las revelaciones sobre “Fred” Machado estallaron en plena campaña.

En crisis

Acorralado por las preguntas, Espert tuvo que hablar. En sus primeras apariciones reconoció haber conocido a Machado en 2018, durante la presentación de su libro “La sociedad cómplice”, y admitió que en 2019 viajó en su avión a Viedma. Pero se despegó de las acusaciones: dijo que no sabía nada de las actividades ilegales que años más tarde se le atribuyeron al empresario y se definió como “ingenuo”. Según su versión, los aviones y vehículos que usó fueron provistos por el sello UNITE de José Bonacci, sin que él controlara su procedencia. “Los candidatos nos subimos a lo que el partido nos da. ¿Acaso preguntás si el taxi que tomás tuvo accidentes antes?”, lanzó. Fue desmentido.

Frente al hallazgo contable que lo vinculaba a una transferencia de 200 mil dólares, evitó una respuesta directa: calificó el documento como “un papelito” y acusó a Juan Grabois de armar una campaña sucia. “No le voy a dar el gusto a Grabois. Lo voy a seguir hasta abajo de la cama”, desafió. Sobre su candidatura, fue categórico: “De ninguna manera voy a renunciar. Estoy más fuerte que nunca. El presidente me banca”.

Milei también lo sostuvo. Sin embargo, puertas adentro la incomodidad era evidente. La Libertad Avanza había hecho de la lucha contra el narcotráfico y la corrupción una bandera, y ahora uno de sus referentes quedaba bajo sospecha. Patricia Bullrich fue la más dura: pidió que Espert diera explicaciones claras, recordó que la vara del espacio debía ser “altísima” y advirtió que no se podían tolerar vínculos con el narco. “José Luis tiene que volver a los medios y estar claro”, marcó.

El caso también dejó al desnudo las contradicciones del mundo libertario. Lilia Lemoine, hoy diputada de LLA, fue una de los que más lo cuestionaron en el pasado: llegó a decir que en 2019 lo financiaba un narco y lo acusó de “traicionero”. Agustín Romo, actual legislador bonaerense de LLA, lo había tildado de “valijero” por haberse subido al avión de Machado. Y el propio Milei, en 2021, firmó un documento en el que ponía en duda el origen de los fondos de su exaliado. Todo eso, que hasta hace poco era munición interna, quedó en pausa tras el triunfo de 2023. Hoy Espert es candidato oficialista y, pese al ruido que generan sus viejas conexiones, el Gobierno eligió blindarlo de cara a las elecciones.

Historias

Más allá del capítulo Machado, el derrotero político de Espert acumula otros episodios incómodos. En mayo de 2020, en plena pandemia, Carlos Maslatón organizó un stream, en el que sumó a Gonzalo Díaz Córdoba, exjefe de campaña de Espert.

Díaz Córdoba lanzó acusaciones graves. Según él, Horacio Rodríguez Larreta habría financiado en secreto la campaña presidencial de Espert en 2019 a cambio de un apoyo explícito en la elección general. Lo cierto es que, tras quedar fuera de la carrera, Espert sorprendió al pedir públicamente el voto por Larreta, lo que reavivó la sospecha de un pacto oculto.

En ese mismo intercambio, Díaz Córdoba dejó flotando dudas sobre el manejo de los fondos proselitistas. Consultado sobre si se habían “afanado la guita de la campaña”, contestó: “No lo niego... no tengo pruebas de lo contrario”. Espert desmintió “categóricamente” cualquier aporte de Larreta, pero la polémica ya estaba instalada.

Maslatón, por su parte, admitió haber puesto dinero en efectivo “en negro” para la campaña y aseguró haberse sentido traicionado al enterarse de que el equipo de Espert había “arreglado con Macri”. Incluso sugirió que algunos colaboradores fueron “premiados” con puestos en la Ciudad de Buenos Aires luego de ese acuerdo.

Estos testimonios pintan un cuadro complicado: mientras Espert se mostraba como outsider implacable contra “la casta”, su campaña habría recibido plata de empresarios vinculados al narcotráfico y de sectores políticos tradicionales. Las contradicciones son evidentes. El mismo dirigente que exigía “cárcel o bala” para corruptos y narcos, aparece vinculado a aportes ilegales, favores cruzados y amistades inconvenientes.

Hoy, el diputado pergaminense rechaza todas las acusaciones y asegura ser víctima de operaciones, mientras Milei lo respalda políticamente, aunque “bajó” su candidatura. Pero la sombra de Machado ya dejó una marca sobre su figura. Avance o no la Justicia, la credibilidad de Espert está cuestionada. Su carrera política acaba de estrellarse.

 



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