El diccionario de la Real Academia Española define la demencia como:” un estado de debilidad, generalmente progresivo y fatal de las facultades mentales”. En este artículo resumiré el grado de conocimiento actual y las perspectivas futuras para la prevención y tratamiento.
La más común de este grupo de enfermedades es la conocida como demencia de Alzheimer, por ser el patólogo del mismo nombre que la describiera en Alemania, en 1904. Es progresiva e irreversible. El deterioro que causa en el paciente es multifacético. Los signos de su presencia se observan en conductas del afectado, con detrimento de la capacidad y franco deterioro de la memoria con una distinción particular o incapacidad de acumular nuevas memorias. Todo lo que el afectado tiene es el momento, sin poder adosarlo o registrarlo con sus memorias.
Entre 6% y el 8% de las personas mayores de 65 años desarrollara’ la enfermedad de Alzheimer. Luego, a partir de ese límite de edad y cada cinco años, se duplica el número de afectados llegando a los 85 años a un 30% del total de la población mayor. Desde la iniciación de la enfermedad el promedio de las personas vive entre 8 y 10 años.
En un estudio realizado en Estados Unidos se demostró que solo el 40% de los médicos de cabecera sabía que la enfermedad de Alzheimer era la más frecuente de las demencias.
Funciones Cognitivas
Las funciones afectadas por las demencias son: lenguaje; percepción viso-espacial;
juicio; reconocimiento de objetos; abstracción; calculo; síntesis de información; resolución de problemas; razonamiento e incapacidad de formación de estructuras complejas del conocimiento
Alzheimer
La demencia de Alzheimer es de iniciación gradual y progresiva, con obvio deterioro de la memoria. La persona pierde la capacidad de reconocer y retener información nueva mientras la antigua se va borrando, llevando al individuo a una aislación total. Es habitual que la persona que sufre demencia se pierda en su propia casa o pueblo; que deje de reconocer a familiares y amigos; que deje de comunicarse por teléfono; que se vea imposibilitado de manejar su automóvil; de vestirse solo y ser responsable del manejo de sus finanzas. La ansiedad y negación boicotean la aceptación de los cambios físicos. A menudo leemos noticias que llegan a los diarios como esta:” en la intersección de las calles Libertad y 12 de octubre, se encontró un hombre mayor de 70 años, sin poder cooperar en su identificación”. A veces la policía es llamada a interceder cuando una anciana o anciano acusa a vecinos o familiares del robo de una fortuna inexistente.
La enfermedad de Alzheimer puede ser transmitida hereditariamente. Una forma de iniciación temprana se da en familias que padecen trastornos de los cromosomas 1, 14 o 21. La variedad familiar de iniciación tardía está asociada al cromosoma 19 y la apo-lipoproteina-A4, pero como esta proteína también se encuentra presente en ancianos sin síntomas de la enfermedad, no es necesario hacer de rutina estos costosos estudios genéticos para intentar adelantar si la persona desarrollara’ o no la enfermedad.
El diagnóstico de la enfermedad es clínico. Con la ayuda de las tomografías computarizadas y el uso del material radioactivo se puede diferenciar a la enfermedad de Alzheimer de la demencia vascular.
Demencia Vascular: comprende el 15% de las demencias. La gran mayoría de las personas con esta enfermedad tienen historia clínica de haber padecido hipertensión arterial desde su juventud que no fue tratada por negligencia y/o desconocimiento médico. La demencia vascular es de progresión irregular. Los trastornos cognitivos mencionados en el inicio de este artículo se dan en “manchones” y no son generalizados como en el Alzheimer.
El proceso demencial vascular es secundario a múltiples infartos cerebrales. La demencia vascular puede coexistir con la enfermedad de Alzheimer, agravando el cuadro clínico de esta última.
“Cuerpos de Lewy”:
Es una forma demencial que se caracteriza por síntomas clínicos específicos: alucinaciones visuales y síntomas Parkinsonianos: rigidez, temblor, marcha a pequeños pasos, salivación profusa y alteraciones de la atención.
Los esfuerzos médicos por descubrir un tratamiento para las demencias se han focalizado en los trastornos de la memoria. Los medicamentos usados al presente reducen la progresión de las demencias, temporariamente, en un número limitado de pacientes. Los medicamentos actúan en el cerebro inhibiendo una enzima llamada colinesterasa, permitiendo que el centro de la memoria (del tamaño de un garbanzo), utilice el aminoácido colina en el proceso biológico de la memoria.
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